miércoles, 26 de junio de 2013

Proyecto de intervención (conclusión)

CONCLUSIÓN

La falta de conciencia por parte de los consumidores es la principal causa de que hoy en día la peletería siga existiendo. Aunado a esto, la suma insensibilidad por parte de quienes se dedican a esta actividad, la convierten en un negocio de crueldad y violación a los derechos de los animales.
La crueldad hacia el trato de los animales en una granja peletera es algo difícil de pasar por alto. Es el estruendo que produce la locura y la desesperanza de quienes se saben encaminados a la muerte. Seres indefensos e incapaces de defenderse que requieren que nosotros, quienes nos decimos ser la “raza superior”, expongamos su terrible situación y presionemos para poner un alto a tales actos de crueldad.
La naturaleza le dio la piel al animal para que viviese con ella, lo mismo que nosotros vivimos con la nuestra. Hoy por hoy no es necesario el uso de estas prendas debido a que las condiciones más adversas pueden ser combatidas con otro tipo de tejidos. Por lo tanto, debemos invitar a la reflexión de que ningún animal debe ser criado y matado por motivos estéticos. La belleza no se puede correlacionar con la crueldad y la ostentación; y jamás una piel podrá otorgar estatus a nadie si la persona no se crea su propio lugar en el mundo y en la sociedad.

No usar pieles es participar de una ecología que respeta y vive en armonía con quienes comparten con el humano la misma capacidad de sentir y por tanto sufrir, los animales. 


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